martes, 15 de abril de 2008

Declaración de Mundo Sin Guerras


En la historia de la humanidad, la guerra siempre ha estado
presente. Este drama es cada día mas devastador pues los
avances tecnológicos permiten a los violentos producir
artefactos cada vez más destructivos. Hoy la amenaza
nuclear pone a la humanidad al borde del abismo.
Las guerras y el armamentismo inciden negativamente
en la economía de los pueblos al absorber presupuestos
que deberían ir a educación, sanidad, cultura y a mejorar la
vida. Sin embargo, la influencia que la industria armamentista
tiene sobre los gobiernos y la sociedad, hace que los países
productores de armas presionen para mantener los conflictos
y así consumir, utilizar y experimentar con sus armamentos a
la vez que disfrazan su codicia con teorías sobre lo inevitable,
necesario o incluso lo bonancible de los conflictos armados
para sus economías.
En los comienzos del tercer milenio, lejos de apaciguarse,
los conflictos en diferentes campos (económicos, étnicos o
religiosos) tienden a incrementarse. Lo mismo sucede con el
terrorismo. A su vez, y muy ligado al modelo que se propone,
la violencia en la sociedad civil aumenta llegando a extremos
inimaginables años atrás. Si no hay un cambio de dirección,
el futuro traerá confrontaciones cada vez más violentas
en distintos campos y en todas las latitudes.
Está más que demostrado que el hambre en el mundo
podría resolverse con el 10% de lo que se gasta en
armamento. ¿Podemos imaginar si se destinara el 30 o el
La violencia y las guerras no son un hecho
mecánico, incontrolable, natural, como un
huracán o un terremoto. Responden a intereses,
a intenciones de personas y grupos concretos.
La muerte, la locura, la desesperación, las
mutilaciones, las enfermedades, las secuelas
de destrucción, de hambre, de soledad... son las
consecuencias de tal inmoralidad
DECLARACIÓN
50%, para mejorar la vida de la gente en vez de aplicarlo en
destrucción?
Después de siglos de violencia, es difícil imaginar la paz.
Sin embargo, ¿Por qué no trabajar en esta dirección
intencionando cambiar el rumbo de la historia, construyendo
un verdadero futuro de paz y no-violencia?.
Consideramos que esa es nuestra responsabilidad como
seres humanos. Definirse contra la guerra tiene sentido,
es ético, coherente y urgente, dado el camino que están
tomando los acontecimientos.
Asumimos esta responsabilidad libremente y la llevamos
adelante con todos aquellos que rechazan cualquier forma
de violencia y apuestan por la convivencia, el desarrollo
compartido, la democracia real, la tecnología al servicio
de la ciencia y la ciencia al servicio del ser humano y
de la paz. A nosotros corresponde denunciar a las
minorías violentas, aislarlas y presionarlas para que
redireccionen sus políticas belicistas hacia el desarrollo
humano.
Un mundo sin guerras es un mundo hasta ahora desconocido
sobre el planeta Tierra. Eliminar las guerras representará salir
definitivamente de la prehistoria humana y dar un paso
de gigante en el camino evolutivo de nuestra especie.
Un “mundo sin guerras” es una propuesta que mira al futuro
y aspira a concretarse en cada rincón del planeta para que el
diálogo vaya sustituyendo a la violencia.
En esta aspiración nos acompaña la fuerza de las voces
de miles de generaciones anteriores que sufrieron sus
consecuencias, y cuyo eco sigue escuchándose hoy en
todos los lugares donde las guerras van dejando su siniestra
estela de muertos, desaparecidos, inválidos, refugiados y
desplazados
¡Ha llegado el momento de hacer oír la voz de los sin-voz,
millones de seres humanos que piden por necesidad que se
acaben las guerras! Podemos conseguirlo uniendo todas
las fuerzas del pacifismo y de la no-violencia activa.
Convocamos, entonces, tanto a personas como a
representantes y miembros de organizaciones, colectivos,
grupos, partidos políticos, empresas, a que adhieran a esta
declaración y a trabajar cada cual en su campo, a la vez que
a participar en plataformas, frentes y foros, con el fin de
generar un gran movimiento que acabe con las guerras y
con todo tipo de violencia.
Trabajemos hoy para garantizar un futuro mejor y
salvaguardar a las generaciones venideras.
¡Porque creo en la paz y en un mundo más humano!
¡Por un mundo sin guerras!